Esta es una pregunta que muchos armadores nos hacen a la hora de contratar un seguro.

Desde nuestra experiencia, siempre aconsejamos hacer un seguro con la cobertura de daños propios, ya que es la manera de estar más protegido.

Pero lo cierto es, que, este tipo de seguros no siempre está al alcance de todos. Es por ello, que una buena alternativa sería contratar una póliza con la cobertura de pérdida
total, ya que esta garantía es muy asequible y si bien no cubre los daños propios, cubre la pérdida total de la embarcación por alguna de las siguientes causas: naufragio,
incendio o explosión del motor, caída de rayo, colisión con objetos fijos o flotantes, abordaje, varada, embarrancada o toques de fondos y golpe de mar, a consecuencia
de temporal.

Otra de las coberturas dentro de la garantía de pérdida total, es la pérdida total constructiva, que se produce cuando el coste de la reparación de los daños sufridos por la embarcación a consecuencia de un siniestro, superan el 75% del valor del barco. Además, la cobertura de pérdida total, garantiza el robo completo de la embarcación y los robos parciales de los accesorios declarados en la póliza.

Otra de las ventajas de esta cobertura consiste en que la misma ofrece la remoción de los restos de la embarcación que ha naufragado, cumpliendo de esta manera la
exigencia dispuesta por la autoridad marítima competente.

Los riesgos extraordinarios, como por ejemplo, las inundaciones, los terremotos, las erupciones volcánicas y las tempestades ciclónicas atípicas, también son cubiertos por la garantía de pérdida total.

Y por último quedan cubiertos los gastos de salvamento marítimo, entendiendo por tales, aquellos en los que razonablemente incurra el asegurado para cumplir su obligación de intentar salvar la embarcación de su desaparición o destrucción, o, al menos, minimizar las consecuencias del siniestro. Un caso típico de aplicación de esta cobertura, se produce cuando una embarcación queda sin gobierno, es decir sin la posibilidad de ser dirigida por su patrón a un lugar seguro, haciendo de esta manera necesaria la intervención de Salvamento Marítimo.